sábado, 23 de octubre de 2010

“Tres hermanas” de Antón Chéjov

“Tres hermanas”


Antón Chéjov: autor considerado como una de las figuras más destacadas de la literatura rusa y un representante fundamental del denominado naturalismo moderno.
En "Las tres hermanas" Chéjov hace un retrato de la vida rusa del momento. La acción, que se desarrolla en cuatro actos, se centra en tres hermanas que viven en un pueblo de provincias. Su único deseo es volver a Moscú, símbolo para ellas del amor y de la mundanidad, en suma, de la vida digna de ser vivida. Un drama impregnado de sutileza y lirismo en que se hace un retrato de las angustias, penas, esperanzas e ilusiones frustradas de la vida cotidiana de provincias de la Rusia de finales del siglo XIX.  

             El teatro de Chéjov, como ocurre en "Tres hermana", no cuenta hazañas portentosas ni sucesos grandiosos, está hecho de fragmentos de vida, de anhelos, de frustraciones, de sueños, de desilusiones, de silencios, de miradas, de tareas repetidas, de esa materia que llamamos vida. Tres hermanas es eso: la vida de unos cuantos personajes en un momento de la historia de Rusia, en una pequeña ciudad de provincias. La muerte del padre, reciente todavía y presente en la vida de las tres hermanas, descarga sobre ellas una responsabilidad y una libertad para la que necesitan la voluntad de los héroes. También de incertidumbres que se mantienen siempre, a pesar de una larga lista de pequeñas certezas que permiten sobrevivir o, lo que es lo mismo, aceptar lo que la vida presenta en el camino. En "Tres hermanas" vemos un conjunto de personajes marcados por la soledad y enfrentados a la difícil tarea de vivir en un mundo que cada día se parece menos al que consideran suyo. Las tres hermanas vivieron su infancia en Moscú y allí han situado su quimera. Pero entonces, como ahora, sólo un lento y doloroso proceso de aceptación, de renuncia, sin abandonar la esperanza ni la firmeza, ayuda al espectador a comprender que Moscú puede estar en cualquier parte o en ninguna, que la felicidad hay que buscarla en los demás.


           Dentro del teatro ruso, a Chéjov se le considera como un representante fundamental del naturalismo moderno. Sus obras dramáticas, lo mismo que sus relatos, son estudios de unos personajes en una sociedad feudal que se desintegraba. Para presentar estos temas, Chéjov desarrolló una nueva técnica dramática, que él llamó de acción indirecta.


            Para ello diseccionaba los detalles de la caracterización e interacción entre los personajes más que el argumento o la acción directa. En una obra de teatro de Chéjov muchos acontecimientos dramáticos importantes tienen lugar fuera de la escena y lo que se deja sin decir muchas veces es más importante que las ideas y sentimientos expresados. Algunas de sus obras fueron inicialmente rechazadas en Moscú, pero su técnica ha sido aceptada por los dramaturgos y los espectadores actuales, y sus obras aparecen de forma continuada en los repertorios dramáticos.

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